domingo, 4 de diciembre de 2011

El mejor directo de Bruce

Todos conocemos a Bruce Springsteen. Incluso a los menos aficionados a nuestro género musical favorito les suena el nombre de "El Jefe". Y es que, a pesar de que la carrera del rockero de New Jersey ha estado salpicada de altibajos (los 90 no fueron precisamente su mejor época), es innegable que su influencia en la historia de la música reciente ha sido decisiva a todas luces.

Springsteen absorbió como una esponja todo lo que podía escuchar en la radio durante su infancia y adolescencia, en los 50 y 60. Ya lo dice él mismo en No Surrender, tema del celebérrimo Born in the USA (1984):

We learned more from a 3-minute record, baby/than we ever learned in school. ("Aprendimos más de una grabación de tres minutos, nena/de lo que jamás aprendimos en la escuela").

Conoció la música de Bob Dylan gracias a su madre, que era fiel admiradora del cantautor, y esta influencia quedaría tan marcada en él que fue el Boss quien indujo a Dylan en el Rock and Roll Hall of Fame allá en 1988, dedicándole una emotiva versión de The Times They Are A-Changin'. Pero lo cierto es que Bruce no tomó la firme decisión de entregarse en cuerpo y alma a la música hasta que vio una actuación de Elvis Presley en la televisión, cuando contaba 13 años de edad. Él mismo corrobora ambas influencias con su famosa sentencia: "En la música, si Elvis puso el cuerpo, Bob puso el cerebro".

 

El famoso álbum de 1975 Born To Run
lo catapultó al estrellato
Después de un tiempo, y tras recorrer un camino que no estuvo exento de dificultades personales y económicas, Bruce consiguió su primer contrato discográfico con Columbia Records (curiosamente, de la mano de John Hammond, el productor que descubrió a Dylan), y en menos de una semana grabó su primer disco: Greetings from Asbury Park (marzo de 1973). En este álbum, y en el que lo sucedió (The Wild, the Innocent & the E Street Shuffle, septiembre de 1973), Bruce se hizo acompañar de su famosa E Street Band, que fue formada gracias a los contactos de uno de sus miembros más emblemáticos: Clarence Clemons, mejor conocido por su apodo ("Big Man"), saxofonista y percusionista de la banda, tristemente fallecido el verano pasado a causa de un derrame cerebral.

Ambos discos son excepcionales, y no son pocos los que piensan que estaríamos ante los mejores álbumes de toda la carrera de Springsteen. No es de extrañar, pues en ellos encontramos a un Bruce innovador, ligero, sorprendente y joven, pero con una formación musical amplia y variada. La atrevida mezcla de swing y rock es especialmente evidente en el segundo álbum. El tema The E Street Shuffle es un buen ejemplo de ello.

No obstante, el gran éxito que impulsó la carrera musical de El Jefe no llegó hasta 1975, de la mano de Born To Run. Este es uno de los álbumes sin desperdicio, sin un solo tema flojo, que ningún amante de la buena música debe pasar por alto. Después de la publicación de Born To Run, que algunos califican de álbum conceptual, y hasta los 90, solo existió el éxito para Bruce. Pero incluso en épocas de declive tuvo grandes éxitos puntuales, y si no ahí lo tenemos erigiéndose ganador del Óscar a la mejor Banda Sonora por su tema Streets of Philadelphia (1993).

El álbum del que hoy voy a hablar no es una rareza, pero sí relativamente desconocido. Lo he escogido porque creo que constituye un excelente resumen de esta etapa temprana de Bruce, y porque creo que se trata del mejor álbum en directo de El Jefe; sin menospreciar otros grandes registros, como la compilación Live '75-'85, el Live in Ney York City (2001) o el reciente London Calling: Live at Hyde Park (2010). Se trata del Hammersmith Odeon London '75, un disco doble grabado en noviembre de 1975 durante la gira de promoción de Born To Run, aunque se mantuvo como bootleg hasta que vio la luz oficialmente en 2006.

Un joven y desaliñado Springsteen
sale al escenario del Hammersmith Odeon


La mayor parte de los directos de Bruce se caracterizan por su larga duración (el rockero, a sus 62 años de edad, sigue ofreciendo conciertos de más de tres horas), la energía que desprende en ellos, y sobre todo, por la absoluta entrega a sus fans (no es extraño ver a Bruce bajar del escenario en mitad de una actuación para dejarse tocar y abrazar por sus seguidores, a pesar del evidente riesgo que entraña). El que hoy nos ocupa no es una excepción: en él, un Bruce desaliñado, casi con pintas de delincuente, con la barba descuidada y embutido en un gorro de lana, sale al escenario para ofrecer grandes versiones de algunos de sus mejores temas de los 70. Y todo ello envuelto en su peculiar simpatía.

La primera pista es una versión acústica de Thunder Road, que también abre el Born To Run, álbum en el que fue publicada originalmente. En esta versión, el Jefe se acompaña únicamente de un piano y de su armónica para dar forma a uno de sus temas más emblemáticos. Según mi humilde opinión, estamos ante la mejor Thunder Road que el Boss ha grabado nunca. Los fragmentos:

You can hide 'neath your covers and study your pain/make crosses for your lovers, throw roses in the rain/waste your summer prayin' in vain for a savior arrives from these streets/Well, I'm not a hero, that's understood/All the redemption I can offer, girl, is beneath this dirty hood ("Puedes esconderte tras tus corazas y examinar tu dolor/hacer cruces de tus amantes, lanzar rosas bajo la lluvia/o gastar tu verano rezando en vano para que un salvador emerja de estas calles/Mira, no soy ningún héroe, eso está claro/Toda la salvación que puedo ofrecerte, muchacha, está tras este sucio capó").

Y:

There were ghosts in the eyes of all the boys you sent away/They haunt this dusty beach road in the skeleton frames of burned-out Chevrolets/They scream your name at night in the street/your graduation gown lies in rags at their feet/And in the lonely cool before dawn/you hear their engines rolling on/But when you get to the porch, they're gone/on the wind ("Había fantasmas en tus ojos, de todos los chicos a los que has dejado/Frecuentan esta polvorienta carretera de playa en los esqueletos de sus quemados Chevrolets/Gritan tu nobre de noche en la calle/tu vestido de graduación se hace trizas bajo sus pies/Y tras el frío atardecer/oyes los rugidos de sus motores/Pero cuando llegas al porche, se han ido/con el viento").

Simplemente son escalofriantes. La voz ronca, grave, tan característica de Springsteen, parece sonar aquí aún más dura y cercana que en la versión de estudio.

El disco avanza, y llegamos a Spirit in the night, una rapsodia ágil y de ritmo marcado en la que El Jefe saca su lado más bromista. Este tema fue incluido originalmente en el álbum debut de Springsteen, para hacerlo "más comercial". Junto a Blinded by the light, es el más conocido del Greetings.

El quinto corte viene de la mano de She's the One, otro de los grandes temas de Bruce, al que sigue el magnífico Born To Run, una canción sobre el amor y la huida que para algunos críticos, es la mejor del músico. Es curioso que este tema fuese elegido "himno de Nueva Jersey", cuando la canción trata de "abandonar Nueva Jersey", como el propio Springsteen ha señalado, con sorna, en varias ocasiones. Finalmente, el primer disco se cierra con Backstreets, una narración melancólica de lo que algunos quieren ver como una historia de amor homosexual.

El segundo disco de este directo contiene los famosos Rosalita (Come Out Tonight), uno de los grandes éxitos de Bruce previos a la publicación de Born To Run, y que sigue interpretando asiduamente en sus directos; y 4th of July, Asbury Park (Sandy). La letra de It's Hard to Be a Saint in the City tampoco tiene desperdicio.

Siento si me he extendido demasiado esta vez, pero me puede hablar de Bruce. Por cierto, falta poco para que publique un nuevo disco, y además visitará nuestro país el verano que viene. Tratad de ver a este hombre, porque es una de las pocas leyendas vivas de la historia del rock que sigue dándolo todo y más sobre el escenario.

Podéis descargar el álbum y las letras en los enlaces siguientes:


1 comentarios:

Mr. Nobody dijo...

Sé que no te olvidas de ellas, pero no podemos dejar de nombrar temas fantastibulosos como Kitty's back, con su fragmento de Moondance de tu apreciado Van Morrison; Jungleland, una de mis favoritas y la que mejor muestra la esencia de la música del Jefe en aquellos tiempos; o Lost in the flood, una joya que no aprecié hasta que me hablaste de este disco.

Y tienes razón, ésta es la mejor versión de LA canción que he oído jamás.

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